miércoles, 27 de julio de 2011

Igualdad, l'égalité, equality, Gleichheit, uguaglianza, egalitate,...

Creo que dentro de 20 años todavía estará de moda la palabra igualdad y la lucha por la misma. Llevamos mucho camino recorrido dando pequeños pasos para que la mujer pueda conseguirla. Y todo frente a la oposición de muchos hombres que ven tambalearse su mundo de prepotencia y poder, y atacan cualquier movimiento, por pequeño que sea, criticando con fiereza a las mujeres que demuestran de una forma u otra que algo está cambiando. La palabra "feminista" ha sido equiparada a un insulto que se ha utilizado junto con otros. Una de las cosas que se echa en cara a las mujeres son los "privilegios" de los que se supone que hemos disfrutado por nuestra condición de mujer. No trabajar, abrirnos las puertas, ser las primeras en tener derecho a la vida en los naufragios o catástrofes, no tener la responsabilidad de lograr el sustento para la familia (¿de verdad creyeron que era cierto ésto? ¿quién hacía cábalas para que los dineros ganados por el hombre sirvieran para cubrir las necesidades? ¿quién, en ocasiones trabajaba en la sombra y sin asegurar para aumentar los exiguos ingresos? ¿quién se ocupaba de todo cuando el cabeza de familia faltaba?).... ¡Y éstos son los que siguen creyendo que queremos ser iguales!. ¡Pues no!. No queremos ser iguales pues ¡vivan las diferencias!. Lo que realmente queremos es la IGUALDAD DE OPORTUNIDADES. Esto es, que el hecho de ser mujer no sea un impedimento por sí mismo para realizar aquello que deseamos. Tanto tiempo, tantos esfuerzos, tantas frustraciones y penalidades como tuvieron que pasar muchas mujeres,... y resulta que aunque se ha avanzado muchísimo aún queda otro tanto por recorrer (¡incluso algunas mujeres no ejercen su derecho al voto!). Contamos a nuestro favor con muchos hombres valiosos que están en la misma onda y que han evolucionado, con su merecida ganancia también para ellos. Pero aún hoy nos tenemos que sorprender cuando escuchamos comentarios o vemos formas de vivir la vida absolutamente retrógrados protagonizados por mujeres. Me apena cuando veo a algunas adolescentes, en teoría educadas en un nuevo modelo de género, que no tienen más aspiraciones que vestirse de una forma determinada para gustar a los chicos, que sus teléfonos móviles son utilizados como medio de ejercer el control sobre ellas (maltrato psicológico), que basan sus proyecciones de futuro en la cultura del "pelotazo", en seguir a los modelos femeninos de la telebasura,...etc. Así las cosas, ya tenemos una idea aproximada de todo lo que queda por hacer en el terreno del crecimiento y desarrollo personal y social de las mujeres. Por eso, tenemos que seguir adelante pensando que entre todos y todas, a base de pequeños pasos en nuestro día a día, se pueden conseguir grandes logros.

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